Aplicaciones
Para mantener su calidad, todas las vacunas deben protegerse de las temperaturas extremas. Las vacunas son productos biológicos sensibles que pueden dañarse en diversos grados por la exposición a temperaturas bajo cero, calor y luz.
Hoy en día, los productos frescos se obtienen de todo el mundo. Ya sean flores que provienen desde Colombia o camarones congelados desde Tailandia. Para esto la cadena de frío cumple un papel fundamental.
Tanto agricultores como productores son los que más destacan a la hora de pensar en cadenas de frío. En los últimos años, se han logrado muchos avances en esta área, siendo los productos congelados cada vez más comunes.
Mantener los niveles de almacenamiento de temperatura de los cultivos y el ganado es un requisito fundamental para garantizar la calidad de sus productos.
Con el aumento de los brotes de enfermedades relacionadas a virus en todo el mundo, la distribución rápida y confiable de vacunas y productos sanitarios es de suma importancia en el área de la salud.
La mayoría de los productos farmacéuticos deben transportarse continuamente a rangos límites tanto de temperatura como de humedad, a lo largo de toda la cadena de suministro.
Los productos químicos, materiales y componentes electrónicos sensibles a la temperatura dependen del almacenamiento y la cadena de frío. Muchos de estos productos también son sensibles al paso del tiempo, por lo que es primordial saber que su despacho o almacenamiento no ha estado expuestos a limites de temperaturas.